Por Jesús Arriola Rivera
Revista La palabra y el hombre, N° 76, Invierno 2011
Revista La palabra y el hombre, N° 76, Invierno 2011
Hay palabras
oscuras y crípticas que resuenan por milenios en la memoria colectiva del
género humano por el mensaje peculiarmente profundo que trasmiten. Roberto
Bolaño (Santiago de Chile, 1953 - Barcelona, 2003), uno de los autores
latinoamericanos más importantes de las últimas décadas, parecía entender esto
a la perfección, pues con sus obras nos convoca a seguirle por un universo
caótico y de ritmo intrincado que se desenvuelve de una manera inesperada a
cada vuelta de página. Este universo literario, en extremo inusual, que se
presentó hace ya algunos ayeres con nombres tan diversos como: La pista de hielo (1993), Monsieur Pain (1999), Amberes (2002) o El gaucho insufrible (2003), entre otros, ahora reaparece bajo la
denominación de El Tercer Reich.
Esta
novela, publicada en 2010 por la editorial española Anagrama, se une al auge de
publicaciones póstumas de este autor chileno dentro de las cuales es preciso
mencionar 2666 (2004), La Universidad Desconocida (2007) y El secreto del mal (2007). Sin embargo,
a diferencia de estas, El Tercer Reich
sale a la luz rodeada de mucha polémica: se especulaban las razones que
llevaron a su autor a no publicarla en vida. Asimismo, se ha dicho que Bolaño
no la publicó inmediatamente porque la novela no satisfizo su gran ambición
literaria o bien porque en ella se retrataba a sí mismo como el novelista que
no quería ser. Fuesen cuales fuesen los motivos de Bolaño para permitir que
esta obra se empapase con el cruel polvo del olvido, ahora los llamados
bolañistas y el público en general la tienen al alcance de la mano.
El Tercer Reich ha sido presentada en varios
medios de comunicación (periódicos, revistas de arte y literatura, programas de
televisión, etc.) como la primera novela escrita por Bolaño. Sin embargo, la
novela es la cuarta producida por el autor de La literatura nazi en América, según confirmó el editor, fundador y
director de Anagrama, Jorge Herralde, al periódico uruguayo El Observador. Según nuestras
informaciones, Bolaño escribió Amberes
en 1980, Monsieur Pain en 1983 y La pista de hielo en 1986,
independientemente de que las fechas de sus respectivas publicaciones hayan
sido más tardías [y en distinto orden]. Por lo tanto, El Tercer Reich escrita en 1989, es su cuarta novela o incluso la
quinta, si contamos la que escribió con Antonio García Porta, Consejos de un discípulo de Morrison a un
fanático de Joyce, publicada en 1984.
La
nueva entrega de Bolaño nos remite a La
pista de hielo: en ambas se percibe un lazo consanguíneo, pues se
encuentran ambientadas en un pueblo de la Costa Brava catalana, aunque La pista de hielo es una novela
polifónica y El Tercer Reich está
contada en primera persona y en forma de diario. Participa también de algunas
características de sus principales novelas: el atrevimiento imaginativo, el
sexo, el humor y la erudición marginal del autor. Es esta última
característica, sin embargo, una de las más sobresalientes, pues en El Tercer Reich el lector podrá toparse
con el extraordinario conocimiento que Bolaño poseía sobre los poetas obreros
alemanes del periodo de entreguerras, cercanos estéticamente al expresionismo y
miembros del círculo Kreis Nyland,
como Heinrich Lersch, Max Barthel, Gerrit Engelke y el desafortunado Karl
Bröger.
No se
encontrará en la novela, por más que se busque, la abulia que muchos críticos
literarios afirman que Bolaño mostró al escribirla. Si bien esta no es de lo
mejor del autor -no se percibe en ella la explosión atómica y fabulística de
sus últimos títulos-, se pueden distinguir los trazos mágicos propios de la
literatura bolañiana: el dolor
soterrado, la gravitación del misterio en la trama y el constante juego con los
personajes.
El Tercer Reich se presenta bajo el burdo
telón de un simple relato veraniego en el cual se gesta una pesadilla que
llevará al protagonista al borde de la autodestrucción. En la novela escuchamos
la voz de Udo Berger, un joven de 25 años, oriundo de Stuttgart, fiero amante y
campeón de un wargame llamado Tercer Reich, a través de las páginas
del diario que escribe tras llegar a Costa Brava y hospedarse con su novia, Ingeborg,
en el hotel Del Mar.
Sin
embargo, mientras Ingeborg disfruta de la playa y el sol de agosto, Udo se
encierra en la habitación donde despliega un enorme tablero repleto de fichas
que representan unidades blindadas, regimientos de infantería y fuerzas de
combate aéreo, con el firme propósito de crear una nueva estrategia que
presentará como ponencia en un congreso en París. Una noche, en una discoteca
local, Udo e Ingeborg conocen a Charly y Hanna, otra pareja de jóvenes
alemanes, con quienes beben y visitan los bares y discotecas del lugar. En una
de estas salidas nocturnas se topan con dos personajes potencialmente
peligrosos: el Lobo y el Cordero. Estos sumergirán a Ingeborg, Hanna , Charly
y, en menor medida, a Udo, en un ambiente putrefacto y turbio. Otro de los
personajes enigmáticos de la trama es la hermosa Frau Else. Udo la conoció
cuando él era un adolescente y se instalaba con sus padres en el Del Mar. Entre
Frau Else y Udo surge una extraña relación, en la que ella suele seducirlo para
después rechazarlo. Pero la relación más inquietante en la novela es la que Udo
sostiene con el Quemado, un ominoso personaje dueño de patines de alquiler,
quien se iniciará en las estrategias confusas del extraño juego de mesa.
El
Tercer Reich, a pesar
de no ser de lo mejor de Bolaño, resulta apasionante, misteriosa y simbólica.
En ella se puede vislumbrar a un Bolaño diferente, que presenta un sinnúmero de
senderos que convergen en el mismo. El
Tercer Reich es genuinamente Bolaño.