Por Antonio
Díaz Oliva
La
Tercera, Culto. 28.02.2020
Aparece
una entrevista perdida que el autor de 2666
-muerto el año 2003- dio para la televisión argentina. “Ni trabajando en todos
los oficios más humildes me hice un escritor proletario, ni de masas”, dice
Bolaño. “Aunque estuviera con la mierda hasta el cuello conservaba una
exquisitez de inglés-chilensis”.
Días
atrás apareció en Thepostarchive una
entrevista perdida al autor de Los
detectives salvajes. Thepostarchive
es un canal de YouTube que rescata conferencias y charlas con intelectuales y
escritores de talla mundial, como James Baldwin, Susan Sontag, Joan Didion y
Malcolm X, entre otros. La entrevista data, al parecer, del último año de
Bolaño (en un momento dice que tiene 50 años, la edad que tenía cuando murió).
Y fue parte de “Perfiles de dos continentes”, programa de televisión con
entrevistas a escritores y artistas de América Latina y España, del canal
cultural argentino Canal (á). “No tenía idea de que había tantos intelectuales
chilenos en el exilio”, dice Bolaño luego de la introducción de “Perfiles de
dos continentes”, en la cual se muestra el centro de Santiago con micros
amarillas. “En cualquier caso el exilio actual de los escritores chilenos es de
alguna manera un exilio dorado”.
Con
cigarro en mano el autor se refiere a sus padres (“Mi madre leía algunos
libros; mi padre leía novelas de vaqueros”); el oficio de escritor (“Es
bastante duro ser escritor; bueno, tampoco hay que exagerar”); su juventud como
poeta (“Neruda es lo que yo pretendía ser a los veinte años”); y el mismo Pablo
Neruda (“Escribió tres libros muy buenos; el resto, la gran mayoría son muy,
muy, muy malos”). “Jorge Edwards decía, o tal vez las palabras no son suyas, o
tal vez es una invención suya, de que hubo alguna vez un escritor chileno que
no pudo ser escritor, entonces se quedó en escritor chileno”, dice Bolaño. Y
remata: “Ser escritor chileno está un grado por debajo que ser escritor”.
México y el exilio
Bolaño
recuerda su llegada a Ciudad de México desde Chile en 1968: “Fue como cambiar
el potrero por una metrópolis”. Y su primer día de escuela en México, cuando un
compañero de clases lo retó a pelear. “Un bautizo en plan azteca”, recuerda. El
rival, su compañero de clases, era un chico mexicano, bajito, el cual, dice el
autor, chileno, por lo demás no sabía pelear. En vez de atacarlo, dice, Bolaño
prefirió “conducir” la pelea hacia el empate. “Estaba seguro de que lo tumbaba
con dos puñetazos, pero me di cuenta de que si lo tumbaba después iban a venir
todos los demás”, recuerda. “Nunca nadie más quiso pelear conmigo”.
De su
primer regreso a Chile, durante los días previos al golpe de Estado, se refiere
especialmente a la figura de Salvador Allende. “Para nosotros, en esos años,
era más bien conservador”, dice. “Yo recuerdo que hay un momento, en el once de
septiembre, en el que estoy esperando que me den armas para salir a luchar, y
escucho que Allende dice en su discurso, entre líneas, vayan a sus casas, ya
pasará el tiempo y volverá el hombre nuevo a caminar por las alamedas”. Si bien
Bolaño lo consideró una suerte de traición, ya que estaban dispuestos a luchar
por él (“solo los jóvenes”), en el momento de la entrevista lo reconsidera: “Es
una de las cosas que ennoblece a Allende: el evitarnos la muerte (…). El
aceptar la muerte para él mismo, pero evitárnosla para nosotros”.
Todavía
funcionando, Canal (á) es un canal de televisión de cable argentino enfocado en
la cultura (principalmente de Buenos Aires). Actualmente es propiedad del Grupo
Clarín; otros artistas entrevistados en “Perfiles de dos continentes” han sido
la solista uruguaya Laura Canoura, el escritor Hernán Rivera Letelier y la actriz
Margarita Sanz. “Si me tuviera que reencarnar -lamentablemente no creo en la
reencarnación- me gustaría ser un caballero rural belga. Pero no de ahora, sino
de los 50 y de los 60”, dice el autor de 2666
al final de la entrevista que dura menos de media hora. “No hay nada más
distinto de un caballero rural belga a un caballero rural anglo-chileno”.