La Tercera. 05.03.2013
Se inaugura hoy en Barcelona una exposición sobre los 25 años que el autor de 2666 vivió en España
Muchas editoriales le dijeron que no. Al menos, una agente tampoco lo aceptó. En 1984, Roberto Bolaño recibió una carta de la agencia literaria de Carmen Balcells, en que le informaban que no lo tomarían como cliente. Les había golpeado la puerta después de vivir siete años en España. Quería dejar de ser un escritor anónimo. La carta de la agencia señala que han “tomado buena nota” de sus proyectos: Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, que Bolaño publicó ese mismo año; Los sinsabores del verdadero policía, editada póstumamente en 2011, y dos títulos aún desconocidos, Diorama y El espíritu de la ciencia ficción.
Inéditos y quizás descartados por el propio Bolaño, los últimos títulos fueron proyectos de novelas que efectivamente trabajó. Su viuda, Carolina López, encontró sus originales tras la muerte del escritor en 2003, y desde hoy son parte de la exposición “Archivo Bolaño (1977-2003)”, que estará abierta hasta el 30 de junio en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona.
A una década de la muerte del escritor, la muestra es un viaje al interior de sus papeles privados que promovió López. Curada por Juan Insúa, director del centro, y Valérie Mailes, editora de la revista Granta, es un recorrido por la vida y las obsesiones creativas del autor de Los detectives salvajes: de sus días como anónimo en Barcelona y Girona, entre 1977 y 1985, a su período final como consagrado en Blanes, donde vivía al morir el 15 de julio de 2003.
Organizada como una investigación detectivesca, “Archivo Bolaño” muestra huella a huella el trabajo del autor: se recupera, por ejemplo, una caja de fósforos en la que escribió cuando era cuidador de un camping en Casteldefels, o una frase fechada en los 70 que aparecerá en La pista de hielo.
Esas señas se manifiestan en cúmulo de manuscritos, cuadernos personales llenos de anotaciones, correspondencia, papeles sueltos y textos inéditos. A las dos novelas mencionadas se suman cuentos como “Adiós, Shane” o “El espectro de Rudolph Amand Philippi”.
Complementada con una selección de su biblioteca personal y sus juegos de estrategia, la muestra incluye fotografías familiares y con sus amigos. Está el fotomontaje preparado para el lanzamiento de Consejos de un discípulo..., donde Bolaño y A. G. Porta, los coautores, aparecen junto a Joyce.
Como complemento a la exposición, el 14 de marzo se exhibe “El futuro”, la adaptación al cine de Alicia Scherson de la novela Una novelita lumpen. Al día siguiente habrá un debate sobre el autor, en la que participan Pere Gimferrer, Jorge Herralde y Porta. Este último también escribe en el catálogo de “Archivo Bolaño”, que incluye ensayos de Enrique Vila-Matas, la critica Patricia Espinosa y Barbara Eppler, editora de New Direction, sello que publicó a Bolaño en inglés.