lunes, 12 de agosto de 2013

Testimonio sobre el Infrarrealismo

por Claudia Kerik
Escrito para Archivo Bolaño, 08.2013



Roberto Bolaño en el Taller de Poesía de Alejandro Aura
Fotografía del archivo de Claudia Kerik, mayo de 1976




"La personalidad carismática de Alejandro Aura (que aparece en la fotografía junto a Roberto Bolaño) fue crucial para mantener el interés de todos en el taller de poesía que se impartía por aquellos años en la Casa del Lago. Era un excéntrico. Las ocasiones en que llegué temprano, lo encontraba sentado de espaldas a la puerta, tejiendo bufandas y cantando boleros a viva voz. Recuerdo el movimiento rápido de las agujas de tejer en sus manos mientras cantaba. Además de tener una presencia poco común, en lo que se refiere a su desempeño como guía en el taller, escuchaba con atención, opinaba sin titubeos, y transmitía un dominio del tema que infundía respeto. Junto con eso, no fue menos determinante el timbre de su voz y la entonación tan especial con la que leía los poemas casi dramatizándolos, toda una lección en oratoria, llena de gracia e intensidad. Quizás sólo Mario Santiago llegó a superarlo, el día que leyó públicamente su poema titulado "Consejos de un discípulo de Marx a un fanático de Heidegger" en el pequeño auditorio de la Casa del Lago, frente a un público lleno de expectación, entre los que estábamos casi todos, y que quedó anonadado con la lectura.

El taller de poesía fue durante un buen tiempo en la vida de cada uno de sus miembros, una cita vital, imposible de posponer, en la que se daban reunión espíritus inquietos (a punto de despegar) que Alejandro Aura mantenía atentos y concentrados, en torno a un tema que era casi un destino común: la poesía”.