domingo, 2 de diciembre de 2007

Roberto Bolaño conquista EE.UU.

por Roberto Careaga
La Tercera. 25.11.2007


















Perdidos en el desierto de Sonora. Enero de 1976. No hay pistas de Cesárea Tinajero, la legendaria poeta madre de los real visceralistas, y hay que tomar una decisión: volver al D.F. o cruzar la frontera y llegar a El Palito. Faltan 10 páginas para que termine Los Detectives Salvajes y los protagonistas tienen pocas opciones: los persigue un hombre armado dispuesto a cobrar venganza y Estados Unidos no les abrirá las puertas. Ni Ulises Lima, ni Lupe, ni Juan García Madero tienen pasaporte. El único que lleva sus papeles es Arturo Belano. Pero el alter ego de Roberto Bolaño tiene otro problema: “Soy chileno”, explica.

Muchos años después de ese momento cristalizado en la literatura, todo es diferente: Bolaño está muerto, nadie sabe si es chileno y Estados Unidos lo recibe con los brazos abiertos. Es el nuevo emisario de las letras latinoamericanas.

Fallecido hace cuatro años, Bolaño recorrió una acelerada ruta hacia la leyenda. Gloria anónima del underground poético mexicano de los 70, en los 90 se apareció como un tornado en la escena literaria hispanoamericana para cambiar su rumbo. Iba apurado, sabía que su hígado no aguantaría. Lo había leído todo, lo había vivido todo y todos eran blanco de sus incendiarias críticas. Sus 15 libros dieron material para que su figura se transformara en una estatua. Lejos de apagarse, la onda expansiva de su obra alcanza nuevos territorios. La semana pasada, y por segundo año consecutivo, el diario New York Times incluyó entre los mejores 50 libros de ficción del 2007 uno de Bolaño. En 2006 fue la recopilación de cuentos Last evening on Earth. Esta vez su novela clave: Los Detectives Salvajes, la enorme travesía de Ulises Lima y Arturo Belano.

La conquista

Noviembre de 2003. Mientras la Feria del Libro de Santiago le rendía homenaje al recién muerto Bolaño, la editorial New Direction afinaba los detalles para la publicación de By Night in Chile (Nocturno de Chile) en EE.UU. En la solapa, la recomendación es de Susan Sontag: “Un libro maravilloso y bellamente escrito por un autor que tiene un control envidiable sobre cada momento”. New York Times lo comparó con W.G. Sebald y veía en sus 130 páginas un parecido al realismo mágico. El libro vendió seis mil copias en EE.UU. No mucho.

Le seguirían en publicación Distant Star (Estrella Distante), Amulet (Amuleto) y Last Evenings on Earth (con cuentos de Llamadas Telefónicas y Putas Asesinas). Con este último, la fama de Bolaño –apuntalada por su intensa biografía- creció hasta que en abril pasado a las librerías estadounidenses arribó The Savage Detectives. Publicado por la poderosa editorial Farrar, Straus & Giroux, la novela tomó por asalto a la crítica.

La pauta la marcó New Yorker: en seis páginas reseñó la “fracturada obra maestra” y se describía a Bolaño como un “vagabundo” ladrón de libros que idolatraba a Borges. Lo responsabiliza de “liberar a la escritura latinoamericana del realismo mágico” y agregó un dato a la leyenda: una adicción a la heroína en los 80.

La escritora mexicana y amiga de Bolaño, Carmen Boullosa, dejó entrever en un artículo en The Nation que había muy poca ficción en Los Detectives Salvajes. La revista Esquire la describió como “lujuriosa novela” protagonizada por una “pandilla de poetas mexicanos deslenguados, marihuaneros, ególatras y lascivos”. The New Republic la calificó de “extraordinaria”; New York Times de “maravillosa, triste e impactante”, New York Book Review le dedicó un largo artículo titulado The Great Bolaño. Y Washington Post insistió en la idea que repite y repite la crítica norteamericana: desde Cien Años de Soledad, ninguna novela causó tanto impacto en la literatura latinoamericana como Los Detectives Salvajes. Hasta el sitio de ventas on line Amazon incluyó el libro entre los mejores 10 títulos de ficción del 2007.

El desembarco en Norteamérica aún no se detiene: en febrero de 2008 se publicará la Literatura Nazi en América y luego la enorme 2666. Los papeles de Bolaño son bienvenidos en Estados Unidos.