miércoles, 2 de noviembre de 2011

Bolaño antes de Bolaño: los años salvajes que vivió en Gerona

por Javier García
La Tercera. 16.10.2011


En 1984 el escritor hizo una sesión de fotos que se mantuvo inédita por casi 30 años



Aterrizó en España en 1977. Venía de México y en Barcelona se instaló en la calle Tallers. Roberto Bolaño era un veinteañero sudaca de futuro incierto. "Había tenido miles de historias y necesitaba salir de todas ellas", contaría dos décadas después.

En 1978, Bolaño conocería a uno de sus grandes amigos, Antoni García Porta, quien desde España confirma las palabras del chileno. "La calle Tallers era un lugar muy céntrico y, probablemente, tendría un exceso de visitas que quizás le impedían escribir", dice a La Tercera.

Bolaño vivió de 1981 al 84 en Gerona. En el último año de su estadía presentó en la ciudad:Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, novela escrita con García Porta. El diario local El Punt lo entrevistó. "Un verdadero escritor de novela negra", tituló, con una fotografía de Joan Comalat. Las imágenes tomadas aquella vez son desconocidas y se mantenían inéditas. Casi 30 años después fueron rescatadas por la revista de la Diputación de Gerona, que las cedió a este diario.





En enero de 1981, Bolaño se traslada a la ciudad catalana. A una casa en el barrio Las Pedreras, arrendada por su hermana Salomé, quien luego regresaría a México. Bolaño sólo se quedará acompañado de su perra Laika. Son sus años más difíciles. "Cada vez que lo visitaba estaba solo y hacía un frío que no se te iba de los huesos", recuerda su amigo Bruno Montané. "Para Bolaño, Gerona fue su universidad desconocida", dice citando su gran libro de poesía.

Enric Ansesa (66) es un pintor que compartió con el autor de Los detectives salvajes en Gerona en los 80. Ansesa vive hoy en la casa que habitó Bolaño. "El vivía en un cuarto de 45 m2, que fue un oratorio, porque el primer dueño tenía dos hijas monjas", cuenta Ansesa.

El autor nacido en 1953 escribió en el poema "Prosa del otoño en Gerona", de su libro Tres: "La situación real: estaba solo en mi casa, tenía veintiocho años, acababa de regresar después de pasar el verano fuera de la provincia, trabajando y las habitaciones estaban llenas de telarañas". Bolaño sobrevivía en verano como guardia en un camping en Castelldefels. El resto de los meses era vendedor de almacén y sólo tenía un permiso de tres meses para residir en España. Escribía cuentos que enviaba a concursos de provincia. "Premios búfalo que un piel roja tenía que salir a cazar", contaría con los años.

Fallecido a los 50 años, en 2003, por esa época Bolaño empezó a escribirse con Enrique Lihn. "Nadie me conocía y yo no estaba dispuesto ni a dar ni a pedir cuartel. Entonces, comencé a cartearme con Enrique Lihn". Después conoció al español Javier Cercas, entonces un aspirante a escritor, que luego lo haría personaje de su novela Soldados de Salamina. "Tenía un aire de hippy, de esos que andan vendiendo baratijas". El resto es literatura.