martes, 25 de septiembre de 2012

Roberto Bolaño, Montón de estrellas fracasadas, poemas

por S. K. Brown 






En el juego de la noche, el amor y la vida, construye Roberto Bolaño con este libro la poética de un adiós, el beso en llamas. Con la caída del amor juvenil van cayendo los escombros de las primeras convicciones (aunque las convicciones, cuando se medita, suelen ir hundiéndose para dar paso a la verdad, camino a la belleza: en este sentido, Montón de estrellas fracasadas es un libro que medita).

Doy aquí dos ejemplos de su escritura, una escritura que se yergue contra el epígrafe de De Kooning (“el estilo es un fraude”) y crea su propio estilo (aunque si el estilo es un fraude y el estilo es el hombre…

1) Esta es la noche relampagueante de los viajeros. La noche visitante inesperado. La noche pedestal damas que duermen en sótanos. La noche cruzada en trenes. La noche en que alguien se hunde en un pantano. La noche luna de caricatura. La noche de castillos vacíos y bibliotecarios borrachos (…) La noche de las muchachas de seda las piernas abiertas las gotitas de sangre. La noche pañuelo. La noche sonrisa obscena. La noche monedas de todos los países. La noche música de los teletipos en los circos abandonados. La noche corona de hiedra. La noche donde se abrazan el private-joke con el dream-work (…) La noche puesta en escena de mutantes. Fiesta de bucles cortados. Tijeras y pelucas fosforescentes. Suaves enemigos rasguñando espejos (…) La noche tierna como las entrevistas que el Señor concede antes de salir a escena. El más grande poeta del mundo. Enchufa el amanecer, poeta. Nadie ha venido. Y tocan a la puerta. Esta es la noche clepsidra. La noche clepsidra.  


2)     Esa pareja puso rock
        y en lugar de reanudar las discusiones hicieron el amor
        Te amo Cage, sigue buscando hongos sobre las piernas
        de los cadáveres
                               Music killers       Music lovers
        y cerraron para nosotros todas las revistas
        del establecimiento
                               y todas las galerías
        Me dijeron que me buscara una amante
        entre las filas de la izquierda universitaria (…)






En Revista Le prosa, México, Nº 2, septiembre-noviembre de 1980
Director: Orlando Guillén