El escritor chileno Roberto Bolaño (1953-2003), destacada figura de la literatura latinoamericana contemporánea, fue una persona "muy sociable" y "querida" por quienes lo conocían bien, pero molestaba muchísimo a otros, incluyendo el ámbito literario, debido a "su falta de hipocresía". Así lo afirmó en una entrevista con la agencia EFE la periodista argentina Mónica Maristain, autora de una biografía sobre el escritor recién aparecida en México. Maristain destaca el "sentido del humor" y la ironía de la que hizo gala Bolaño, con quien mantuvo una rica correspondencia personal y a quien hizo la última entrevista antes de morir.
El hijo de míster Playa. Una semblanza de Roberto Bolaño, publicada por la editorial Almadía, es "lo que más se aproxima por ahora" a una biografía del escritor, fallecido hace casi 10 años de una enfermedad crónica en el esplendor de su carrera literaria.
Tejido a partir de la correspondencia que ambos mantenían desde 2001, de conversaciones telefónicas, testimonios de su gente cercana y otras circunstancias en torno a la vida de Bolaño, el libro es el primero que cuenta detalles de los últimos años de la vida del escritor. Maristain defiende la ambición del texto que, sin embargo, no considera biográfico por carecer de testimonios como el de quien fuera la esposa del literato, Carolina López. Sin embargo, incluye otros de los mexicanos Jorge Volpi y Carmen Boullosa, quien lo conoció hace años en México, del poeta chileno Hernán Lavín Cerda y del español José María Micó, entre muchos otros.
La autora, que no se considera "una persona importante" en la vida de Bolaño, les cede casi todo el protagonismo a esos seres más cercanos y se queda en el prólogo, donde confiesa que incluso la última entrevista que publicó del escritor "no fue mérito de la periodista sino voluntad del entrevistado".
El desprecio de Carlos Fuentes
Acerca de la animadversión que algunos de sus contemporáneos sentían por Bolaño, la periodista subraya que eso se debía sobre todo a que era alguien que "molestaba muchísimo" por su "falta de hipocresía" y por decir siempre lo que pensaba, algo que le hacía ir a contracorriente de lo políticamente correcto. "Creo que por eso tenía enemigos", asegura Maristain, quien señala entre ellos al mexicano Carlos Fuentes (1928-2012), quien ni siquiera mencionó a Bolaño en su obra La gran novela latinoamericana, publicada en 2011. "Yo creo que el odio de Fuentes a Bolaño tiene que ver con Bolaño no se inclinaba ante él", señala Maristain.
Recuerda que los referentes literarios del escritor chileno fueron los argentinos Jorge Luis Borges -"era un Dios para él"- y Julio Cortázar, así como Nicanor Parra; "sin duda su poeta preferido" y a quien le dio nervios conocer en persona.
De su obra, que contiene textos como 2666, Los detectives salvajes y Reinventar el amor, ensalza, sobre todo, que siempre "escribe para el lector", sin atender a consideraciones de críticos o del mercado.
Satisfecha con el resultado final de su trabajo, en el que invirtió tres años, Maristain señala que el que ha escrito era "el mejor libro posible" sobre Bolaño pero le gustaría adentrarse en la vida del escritor en Chile y seguir escribiendo sobre él en el futuro.