martes, 27 de diciembre de 2016

Homenaje internacional: ¿Qué tienen en común Barcelona, Gerona, Blanes, Ciudad de México y nuestra ciudad de Los Ángeles?

Por Leonardo Riquelme
La Tribuna. Los Ángeles, Chile. 12.12.2016 

 

A simple vista no hay comparación entre la Ciudad de México, la urbe más populosa de América y receptáculo de artistas; Barcelona, el nuevo polo artístico-culinario-cultural del mundo; Gerona y Blanes, hermosas ciudades catalanas a un paso de idílicas costas del mediterráneo, y nuestra creciente y pujante ciudad en el corazón de la región del Biobío.

Sin embargo hay algo secreto en nuestras calles, memorias en barrios tradicionales, historias en salones derruidos de un viejo edificio liceano y recuerdos de muchos angelinos que nos hermanan a esas ciudades. Un hombre. Un escritor salvaje.

En 2003 se apagó la vida de este hombre que fue un angelino más en la década de los sesentas. Había dejado la ciudad y el país, pero caminó por nuestras calles, estudió en nuestro liceo más emblemático y en Los Ángeles decidió convertirse en poeta, en escritor. Decisión que hizo realidad a duras penas y como premio logró encumbrarse en lo más alto del mundo literario internacional.

Críticos y medios intelectuales de renombre lo catalogan al lado de Borges y Cortázar. Su obra ha sido elegida como una de las mejores de la lengua hispana superando a escritores de renombre. Y aún pueden verse angelinos, vecinos nuestros, que son familiares cercanos del ciudadano Roberto Bolaño.

La relación de Roberto con Los Ángeles es desconocida para la mayoría de nosotros, sin embargo, su historia surge con la llegada de la familia Bolaño a principios del siglo pasado desde España.

Cuando hablamos de alguien cuyas novelas, cuentos y poesía han sido traducidos al inglés, francés, italiano y alemán entre otros; cuando hablamos de alguien a quien le han hecho documentales y sus libros han llegado al teatro y al cine, cuesta creer que su padre nació en esta ciudad y que él mismo vivió parte importante de su adolescencia acá. El escritor Roberto Bolaño nació en Los Ángeles y es necesario que homenajeemos su memoria.

Tenemos la oportunidad única de hacer justicia con el hombre, el adolescente, el liceano, el joven que germinó literariamente en esta ciudad. Tenemos la oportunidad de dar renombre al antiguo edificio del ex internado del Liceo de Hombres que pronto renacerá en un nuevo centro cultural para la provincia. Tenemos la oportunidad de hacer que el Centro Cultural Roberto Bolaño sea un faro mundial que posicione a la ciudad en el mapa internacional.

Ya no sólo Barcelona tendrá su homenaje en la calle Tallers; Gerona, la calle Roberto Bolaño; la Biblioteca Comarcal de Blanes, su sala en honor al chileno; la Universidad Diego Portales, su cátedra abierta; el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, su premio Roberto Bolaño a la creación literaria joven; Quilpué, la placa que lo homenajea; salones internacionales y ferias del libro en Europa y América tendrán sus homenajes, y la Ciudad de México, una ruta turística de Bolaño; pero Los Ángeles, no Los Ángeles de California, nuestra ciudad salvaje, tendrá un centro cultural que llevará su nombre y eso es necesario como angelinos que somos.



El Liceo de Hombres, “diseñado por algún ayudante del diablo”, 
donde estudió Bolaño la secundaria y que próximamente será un centro cultural.