Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente,
vino hacia él un hombre
y le dijo: “¡No mueras, te amo tanto!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
Se le acercaron dos y repitiéronle:
No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!”
Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: “¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: “ ¡Quédate, hermano!”
Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
César Vallejo
Francia es el escenario donde discurre toda la novela, este país también vive muy de cerca el periodo de conflicto armado. El mundo está a puertas de vivir uno de los acontecimientos más nefastos de su historia. Es en estas circunstancias de gran tensión cuando se teje una historia personal pero que tampoco puede desligarse del contexto.
Una historia misteriosa
Marcelle Reynaud, al ver que el esposo de su amiga está muriendo, se pone en contacto con Pierre Pain, que es un virtuoso practicante del mesmerismo, para hablar del caso; sin embargo, desde el primer instante siente que ciertas cosas no encajan, es así como ocurre un hecho que a Pain le llama la atención: El primer síntoma de la singularidad de la historia en la que acababa de abarcarme se presentó en seguida, al bajar las escaleras y cruzarme, a la altura del tercer piso, con dos hombres. Hablaban español, un idioma que no entiendo, y llevaban gabardinas oscuras y sombreros de ala ancha que, al estar ellos en un nivel inferior al mío, velaban sus rostros. (pág. 15 ).
Rápidamente, antes de que pueda aclarar de qué se trataba, intuye que esos tipos son pasibles de todo tipo de sospechas, de pronto este ciudadano francés, cuya vida es tranquila, se ve inmerso en aquello que menos esperaba, siente que lo espían y no entiende por qué.
Madame Reynaud, creyendo en sus poderes sanatorios, lo había convocado una vez más; pero en esta ocasión no se trataba de un asunto personal, ahora era un señor llamado Vallejo quien necesitaba ayuda. Seis meses antes su esposo había muerto y él no había podido hacer nada para salvarlo. Ahora este paciente enfermo y pobre se estaba muriendo, un ataque ininterrumpido de hipo lo estaba martirizando, los mejores médicos lo auscultan pero no pueden hallar la causa de su mal.
Él, como especialista en acupuntura, era la última esperanza. Después de la primera entrevista Pain siente que algo ha cambiado y efectivamente la sospecha que tuvo al inicio se confirma, dos hombres seguían sus pasos: Me siguen, constaté con la misma mezcla de certeza y asombro con que los soldados se descubren una pierna gangrenada. ¿Era posible? (pág. 24).
Posteriormente por confesión de madame Grenelle, la arrendataria de las habitaciones contiguas, se entera que dos individuos extranjeros habían estado preguntando por él, todo da a entender que eran las mismas personas que lo siguieron. …me preguntaron si usted vivía aquí y yo les dije que sí, claro, pero seguramente había pasado la noche en otro sitio… (pág. 27).
Los desconocidos habían dejado una nota donde le decían que era necesario encontrarse en el café Víctor que estaba en el Barrio Latino. Pain no podía entender lo que está sucediendo, desconocía a los tipos que le pedían cita y lo que pretendían.
El médico de cabecera de Vallejo era Lejard, éste se sentía incómodo ante la presencia de un “charlatán”; fue en ese momento cuando informaron que el eminente doctor Lemière había llegado, su presencia fue sorpresiva dado que este doctor era toda una eminencia. Pain se siente casi obligado a salir del lugar, ambas “disciplinas” eran simplemente incompatibles. Por confesión de Madame Reynaud se supo que el doctor Lejard no fue a ver al paciente durante 4 días, una vez más el misterio se vuelve a avivar ¿por qué este doctor tomaba esas medidas sabiendo que el paciente estaba grave? ¿Acaso se debía sólo a que los Vallejo no tenían dinero para pagar la atención?
Guiado por la curiosidad decide asistir a la cita con esos españoles desconocidos, quería de todas maneras saber qué estaba pasando, su deseo era recabar informaciones ¿por qué tanto misterio? ¿Por qué lo seguían? ¿Por qué todos ellos estaban vinculados al caso Vallejo? ¿Qué querían? ¿Qué buscaban?, Está decidido a resolver el caso pero los desconocidos sabían detalles que él ignoraba y desde el inicio fueron claros y contundentes: -Ya puede olvidarlo –dijo-, queremos que se olvide de todo, de Vallejo, de su mujer, de nosotros, de todo. (pag. 42).
Ellos conocen de sus facultades y de lo que él puede ser capaz en su especialidad, esos dos españoles flacos y morenos le proponían muy seriamente dejar el caso y para que sea algo efectivo lo sobornan con más de dos mil francos, pero los españoles no sabían que le estaban pagando por nada. …los españoles aún no sabían que yo estaba completamente desligado del asunto, Lemière se hacía cargo de todo; él y su equipo médico y Lejard; era de imbéciles pagar para que me desentendiera de algo con lo que no podía tener ninguna relación. (pág. 43).
Madame Reynaud le lleva malas noticias, el doctor Lemière se muestra vencido, según él ya no se podía hacer nada. Todos los órganos son nuevos (pág. 59), había sentenciado; sin embargo, madame Vallejo se resiste a aceptarlo, agotaría todas las posibilidades.
Por otra parte él aún se resiste a comprender cómo esos hombres le exigían que abandone algo que ni siquiera había empezado, ese misterio era simplemente incomprensible, darle dinero por no hacer nada, ¿por qué hacían todo eso? ¿Por qué lo seguían? ¿Quién era en realidad el tal Vallejo? Sólo había dos posibilidades o eran unos despistados o simplemente sabían mucho más de lo que parecía. -Déjenos a nosotros cuidar de Vallejo, él es un amigo, un amigo del alma. (pág. 68).
Cada vez está más convencido de que en el caso Vallejo hay un trasfondo mucho más complejo y enigmático, cuando todo debería andar bien de pronto se encuentra con cosas que no puede entender, ello se confirma una vez cuando llega al hospital y allí se encuentra nuevamente con otra sorpresa: -Nadie puede ver a Monsieur Vallejo –mintió-, son órdenes. (pág. 91). La orden la había dado un médico y Pain es sacado a la fuerza del hospital, era algo que no tenía ni pies ni cabeza.
Pain siempre había llevado una vida solitaria y bohemia, no tenía un rumbo definido. Siente la ausencia de madame Reynaud, había empezado a quererla en secreto aunque ella nunca dio muestras de sentir lo mismo y, al no verla, los celos lo consumen. Sin poder encontrar otra persona quien lo pueda escuchar nuevamente se comunica con Rivette, le revela que alguien intentaba matar a su paciente, él está convencido que desde que tomó el caso algo raro está pasando allí. …Perdóneme…Creo que van a asesinar a Vallejo… Mi paciente…No me pregunte cómo lo sé… No hay explicación que valga… (pág. 110).
Fue en ese momento cuando cae en cuenta de algo importante, Rivette también estaba solo: …Comprendí entonces que el viejo y yo éramos semejantes no sólo en nuestra disposición frente al laberinto sino también en nuestra común condición de espectadores. (pág. 111).
Estos últimos acontecimientos no le ayudan a esclarecer nada, seguía en las tinieblas, aún no puede entender plenamente las circunstancias que suceden en torno a ese hombre que se estaba muriendo de nada. Días después, Madame Reynaud llega junto a Jean Blockman, su novio, ella le informó que ahora debía despreocuparse porque Vallejo ya había muerto, incluso Aragon hizo el discurso pues Vallejo, poeta peruano, ya había muerto. Recién se entera de que madame Reynaud ya estaba comprometida y con ello toda su ilusión se volvía a esfumar además que su paciente había muerto sin que él pudiera hacer el mayor de sus sacrificios.
La historia paralela
El clima político intenso que se vive se grafica constantemente en cada suceso, ese proceso se plasma muy bien en la pecera donde se representa ese proceso conflictivo de destrucción y muerte.
Mientras Francia está alerta se llega a saber que España está en plena Guerra Civil, en este conflicto se estaban probando armamentos nunca antes utilizados, son los alemanes quienes estaban ensayando su arsenal bélico, los germanos no sólo eran un peligro para España sino también para la misma Francia.
Pain a los veintiún años participó en la Gran Guerra, aquí había sido torturado, le habían quemado los pulmones, fue una casualidad que siguiera con vida, por eso se dedicó desde joven a las ciencias ocultas, fue por esas épocas cuando leyó la Histoire abrégée du magnetisme animal de Franz Mesmer, desde allí se convirtió en un apasionado mesmerista. Se nutrió de una amplia bibliografía acerca del tema. Mesmer estaba convencido de que en la raíz de casi todas las enfermedades se hallaba un desarreglo nervioso que podía ser resuelto con ciertas facultades del poder mental pero los médicos desechaban categóricamente este tipo de prácticas.
Pain aún no puede superar ciertas cosas, se siente traicionado, sabe que no debió recibir el dinero, se había vendido a pesar de no comprender nada, finalmente para encontrar paz y alguna respuesta se contacta con su viejo amigo y maestro Rivette, que tiempo atrás había dirigido un grupo selecto, este personaje sirve de conexión con otra historia paralela; nos trasladamos de esa manera a circunstancias distintas, es aquí cuando se menciona a un tal Terzeff y su intento crucial de refutar a Madame Curie; según la versión de Rivette, Terzeff fue muy amigo de Pleumeur-Bodou, dado algunos hechos parece que se habría enamorado de Irene, hija de madame Curie, e impulsado por esa ciega pasión trató de refutarla, estos y otros motivos lo empujaron al suicido; sin embargo, esta es una de las tantas versiones que se maneja acerca del caso.
Pierre Pain tiene un sueño donde se ve en un laberinto que se asemeja mucho a la clínica Arago, no sabe qué hace allí, quizá intenta buscar a Vallejo, todo ese periplo está compuesto de voces, hasta en sus sueños aparecen las figuras de Terzeff, Pleumeur-Bodou, y también del maestro Rivette.
La oportunidad para resolver ese misterio se da cuando reconoce a uno de los españoles que lo había sobornado, lo sigue con la intensión de cerciorarse hacia qué pistas lo conducía. Tras una larga caminata el sospechoso llega a un cine, aquí es cuando se da con una sorpresa: su compañero Pleumeur-Bodou estaba allí vivito y coleando, se encontraba viendo una película en la que Terzeff sale junto con otros en su laboratorio, Pleumeur-Bodou le cuenta que Terzeff fue admitido entre tantos aspirantes incluso él mismo había sido rechazado, los veinte científicos murieron en la explosión del laboratorio menos Michel, luego se supo que estaban trabajando con algo relacionado a la radiactividad, es en esta parte donde se da el juego entre la realidad y la ficción.
Pleumeur-Bodou cuenta que vino desde España exclusivamente para ver esa película porque Terzeff fue su amigo, Pain indaga sobre el soborno pero Pleumeur-Bodou le dice que posiblemente ha sido una simple broma. Pleumeur-Bodou maneja otra versión de todo lo sucedido, le dice que Terzeff nunca conoció a Irene, éste sólo comenzó a frecuentar el círculo de Madame Curie, sería un misterio eterno la causa de su suicidio. Pleumeur-Bodou revela que trabaja en retaguardia, en este puesto aplica sus conocimientos mesmeristas en los interrogatorios de prisioneros o espías. Tanto la política como el mal uso de esas habilidades hacen que los antiguos compañeros terminen odiándose. Esta es una historia alterna de gente con buenos conocimientos mesmeristas y una vez más el clima de guerra que se sucede alrededor del mundo es motivo para la separación, Pleumeur-Bodou apoya la causa de los fascistas y los otros están en el bando contrario o simplemente no se meten.
Conjeturas
En el momento en que Pain va tras las huellas de uno de los españoles que lo había sobornado, está convencido de al menos averiguar algo que le ayude a entender el por qué de tanto empecinamiento con el moribundo Vallejo y, en lugar de encontrar algo claro, ante sus ojos se presenta la persona menos indicada, Pleumeur-Bodou se yergue triunfante, pero ¿qué hacía este hombre allí?, por los escuetos datos podemos sospechar que eran varios los motivos. Se puede afirmar que Pain fue sobornado por órdenes de Pleumeur-Bodou por haber sido amigo y compañero en los años de formación, era como una especie de ayuda a su crítica situación; sin embargo, la situación se complejiza por el asunto político y la ayuda no es del todo gratuita, en el trasfondo también estaba el deseo de desaparecer a Vallejo; enlazando sabemos que aprovechando su mal estado un grupo de personas deseaban asesinarlo, estas personas tienen conexión con Pleumeur-Bodou que dadas las distancias políticas habría ordenado su muerte.
Bolaño afirma que este libro tiene referencias históricas y efectivamente Vallejo en la vida real había participado activamente en la Guerra Civil Española, ayudó a la formación de Comités de Defensa de la República e incluso preocupado por los últimos acontecimientos viajó a Barcelona bajo la autorización expresa de la Consejería de Defensa de las Milicias antifascistas de Cataluña, y para confirmar su adhesión el dos de Julio de 1936 junto a otros intelectuales participó en el Segundo Congreso Internacional de Escritores Antifascistas en Defensa de la Cultura, fruto de esto Vallejo escribe España, aparta de mí este cáliz. Es quizá por esta entrega que hay un deseo de parte de los fascistas de querer verlo muerto.
Pain es un francés solitario y atormentado, su vida es parte de la secuela dejada a causa de la guerra, no entiende nada de lo sucedido, tampoco sabría nunca por qué había sobrevivido a la Gran Guerra a pesar de que lo torturaron, ni quiénes eran esos extraños españoles, tampoco conocería quién era en realidad la persona a quien trataba de salvar, la verdad le estaba vedada, la única manera de no seguir perdido por el mundo era el amor, quiere apostar todo por esa posibilidad, madame Reynaud podía ser esa persona que él buscaba, lo intentó pero luego se convenció que dichos sueños no podían ser posibles, madame Reynaud ya estaba saliendo con otro hombre (hacía sólo unos meses que había perdido a su marido). Pain se reconoce como una persona débil, incapaz de hacerle frente a las peores adversidades, se siente frustrado, no pudo salvar al esposo de Reynaud ni tampoco a Vallejo, se dejó sobornar sin estar en el asunto, nunca entenderá cuál fue su papel dentro del grupo presidido por Rivette ni sabrá la verdad de lo que sucedió a sus compañeros, va más allá del silencio pues el amor le está negado. Las guerras y las muertes se empozan en el alma causando mucho dolor.
Vallejo es ese ser desconocido que encarna el sufrimiento y la imposibilidad de sanar del género humano, este ser sufriente se iba a morir a pesar de todo, no habla ni se queja, sólo espera con impaciencia la muerte, ¿qué había hecho para que mucha gente deseara su muerte? Pain siente la necesidad de ver a su paciente, se dirige a la clínica Arago y allí lo encuentra, éste en ese preciso momento dormía. Ante mí se desplegaba tímidamente el rostro afilado del enfermo con esa rara dignidad desconsolada común a todos los que llevan algún tiempo encerrados en un hospital. El resto es borroso; mechones de pelo negro, el cuello mal cubierto por la camisa del pijama, la piel lustrosa, sin rastros de sudor. En la quietud de la habitación sólo se oía su hipo. (pág. 62).
Era la primera vez que veía a Vallejo, y su paciente se seguía muriendo. La novela gira alrededor de este personaje, aunque en ningún momento emite una palabra o acción, sólo se lo describe como un individuo en plena agonía. Hasta el final se ignora qué intereses se juegan con la vida o la muerte de este poeta.
Vemos que en el transcurso de la novela Pain es impedido de hacer ciertas cosas, hay una fuerza poderosa que se opone a que él pueda tratar a su paciente. Sólo hay una manera para conectarse con el pasado y se da gracias a Rivette; sin embargo, es en el pasado cuando él se pierde, ocurre un juego mimético entre el sueño y la realidad que él tampoco alcanza a comprender del todo porque sencillamente desconoce su historia y la del resto. Se vive un clima politizado y un periodo de entreguerras en el que los personajes son víctimas de su pasado, podemos intuir esa carga negativa en que la mayoría de los personajes sucumben a una realidad opresora, un fiel ejemplo de esto es Pain quien es un hombre derrotado anímicamente, los esfuerzos que haga serán vanos, sabe que ha perdido todas las guerras pero se resiste a aceptar su realidad, los especialistas de la salud simplemente lo menosprecian y lo toman por un charlatán y con respecto al amor no será correspondido, la mujer a quien ama ya está comprometida, divaga suelto por las calles de París sin un rumbo definido. Al darse la muerte de Vallejo, y en contra de su deseo, su presencia ya no tiene razón de ser. Una vez más se sume en la soledad y el desamparo.
Una historia misteriosa
Marcelle Reynaud, al ver que el esposo de su amiga está muriendo, se pone en contacto con Pierre Pain, que es un virtuoso practicante del mesmerismo, para hablar del caso; sin embargo, desde el primer instante siente que ciertas cosas no encajan, es así como ocurre un hecho que a Pain le llama la atención: El primer síntoma de la singularidad de la historia en la que acababa de abarcarme se presentó en seguida, al bajar las escaleras y cruzarme, a la altura del tercer piso, con dos hombres. Hablaban español, un idioma que no entiendo, y llevaban gabardinas oscuras y sombreros de ala ancha que, al estar ellos en un nivel inferior al mío, velaban sus rostros. (pág. 15 ).
Rápidamente, antes de que pueda aclarar de qué se trataba, intuye que esos tipos son pasibles de todo tipo de sospechas, de pronto este ciudadano francés, cuya vida es tranquila, se ve inmerso en aquello que menos esperaba, siente que lo espían y no entiende por qué.
Madame Reynaud, creyendo en sus poderes sanatorios, lo había convocado una vez más; pero en esta ocasión no se trataba de un asunto personal, ahora era un señor llamado Vallejo quien necesitaba ayuda. Seis meses antes su esposo había muerto y él no había podido hacer nada para salvarlo. Ahora este paciente enfermo y pobre se estaba muriendo, un ataque ininterrumpido de hipo lo estaba martirizando, los mejores médicos lo auscultan pero no pueden hallar la causa de su mal.
Él, como especialista en acupuntura, era la última esperanza. Después de la primera entrevista Pain siente que algo ha cambiado y efectivamente la sospecha que tuvo al inicio se confirma, dos hombres seguían sus pasos: Me siguen, constaté con la misma mezcla de certeza y asombro con que los soldados se descubren una pierna gangrenada. ¿Era posible? (pág. 24).
Posteriormente por confesión de madame Grenelle, la arrendataria de las habitaciones contiguas, se entera que dos individuos extranjeros habían estado preguntando por él, todo da a entender que eran las mismas personas que lo siguieron. …me preguntaron si usted vivía aquí y yo les dije que sí, claro, pero seguramente había pasado la noche en otro sitio… (pág. 27).
Los desconocidos habían dejado una nota donde le decían que era necesario encontrarse en el café Víctor que estaba en el Barrio Latino. Pain no podía entender lo que está sucediendo, desconocía a los tipos que le pedían cita y lo que pretendían.
El médico de cabecera de Vallejo era Lejard, éste se sentía incómodo ante la presencia de un “charlatán”; fue en ese momento cuando informaron que el eminente doctor Lemière había llegado, su presencia fue sorpresiva dado que este doctor era toda una eminencia. Pain se siente casi obligado a salir del lugar, ambas “disciplinas” eran simplemente incompatibles. Por confesión de Madame Reynaud se supo que el doctor Lejard no fue a ver al paciente durante 4 días, una vez más el misterio se vuelve a avivar ¿por qué este doctor tomaba esas medidas sabiendo que el paciente estaba grave? ¿Acaso se debía sólo a que los Vallejo no tenían dinero para pagar la atención?
Guiado por la curiosidad decide asistir a la cita con esos españoles desconocidos, quería de todas maneras saber qué estaba pasando, su deseo era recabar informaciones ¿por qué tanto misterio? ¿Por qué lo seguían? ¿Por qué todos ellos estaban vinculados al caso Vallejo? ¿Qué querían? ¿Qué buscaban?, Está decidido a resolver el caso pero los desconocidos sabían detalles que él ignoraba y desde el inicio fueron claros y contundentes: -Ya puede olvidarlo –dijo-, queremos que se olvide de todo, de Vallejo, de su mujer, de nosotros, de todo. (pag. 42).
Ellos conocen de sus facultades y de lo que él puede ser capaz en su especialidad, esos dos españoles flacos y morenos le proponían muy seriamente dejar el caso y para que sea algo efectivo lo sobornan con más de dos mil francos, pero los españoles no sabían que le estaban pagando por nada. …los españoles aún no sabían que yo estaba completamente desligado del asunto, Lemière se hacía cargo de todo; él y su equipo médico y Lejard; era de imbéciles pagar para que me desentendiera de algo con lo que no podía tener ninguna relación. (pág. 43).
Madame Reynaud le lleva malas noticias, el doctor Lemière se muestra vencido, según él ya no se podía hacer nada. Todos los órganos son nuevos (pág. 59), había sentenciado; sin embargo, madame Vallejo se resiste a aceptarlo, agotaría todas las posibilidades.
Por otra parte él aún se resiste a comprender cómo esos hombres le exigían que abandone algo que ni siquiera había empezado, ese misterio era simplemente incomprensible, darle dinero por no hacer nada, ¿por qué hacían todo eso? ¿Por qué lo seguían? ¿Quién era en realidad el tal Vallejo? Sólo había dos posibilidades o eran unos despistados o simplemente sabían mucho más de lo que parecía. -Déjenos a nosotros cuidar de Vallejo, él es un amigo, un amigo del alma. (pág. 68).
Cada vez está más convencido de que en el caso Vallejo hay un trasfondo mucho más complejo y enigmático, cuando todo debería andar bien de pronto se encuentra con cosas que no puede entender, ello se confirma una vez cuando llega al hospital y allí se encuentra nuevamente con otra sorpresa: -Nadie puede ver a Monsieur Vallejo –mintió-, son órdenes. (pág. 91). La orden la había dado un médico y Pain es sacado a la fuerza del hospital, era algo que no tenía ni pies ni cabeza.
Pain siempre había llevado una vida solitaria y bohemia, no tenía un rumbo definido. Siente la ausencia de madame Reynaud, había empezado a quererla en secreto aunque ella nunca dio muestras de sentir lo mismo y, al no verla, los celos lo consumen. Sin poder encontrar otra persona quien lo pueda escuchar nuevamente se comunica con Rivette, le revela que alguien intentaba matar a su paciente, él está convencido que desde que tomó el caso algo raro está pasando allí. …Perdóneme…Creo que van a asesinar a Vallejo… Mi paciente…No me pregunte cómo lo sé… No hay explicación que valga… (pág. 110).
Fue en ese momento cuando cae en cuenta de algo importante, Rivette también estaba solo: …Comprendí entonces que el viejo y yo éramos semejantes no sólo en nuestra disposición frente al laberinto sino también en nuestra común condición de espectadores. (pág. 111).
Estos últimos acontecimientos no le ayudan a esclarecer nada, seguía en las tinieblas, aún no puede entender plenamente las circunstancias que suceden en torno a ese hombre que se estaba muriendo de nada. Días después, Madame Reynaud llega junto a Jean Blockman, su novio, ella le informó que ahora debía despreocuparse porque Vallejo ya había muerto, incluso Aragon hizo el discurso pues Vallejo, poeta peruano, ya había muerto. Recién se entera de que madame Reynaud ya estaba comprometida y con ello toda su ilusión se volvía a esfumar además que su paciente había muerto sin que él pudiera hacer el mayor de sus sacrificios.
La historia paralela
El clima político intenso que se vive se grafica constantemente en cada suceso, ese proceso se plasma muy bien en la pecera donde se representa ese proceso conflictivo de destrucción y muerte.
Mientras Francia está alerta se llega a saber que España está en plena Guerra Civil, en este conflicto se estaban probando armamentos nunca antes utilizados, son los alemanes quienes estaban ensayando su arsenal bélico, los germanos no sólo eran un peligro para España sino también para la misma Francia.
Pain a los veintiún años participó en la Gran Guerra, aquí había sido torturado, le habían quemado los pulmones, fue una casualidad que siguiera con vida, por eso se dedicó desde joven a las ciencias ocultas, fue por esas épocas cuando leyó la Histoire abrégée du magnetisme animal de Franz Mesmer, desde allí se convirtió en un apasionado mesmerista. Se nutrió de una amplia bibliografía acerca del tema. Mesmer estaba convencido de que en la raíz de casi todas las enfermedades se hallaba un desarreglo nervioso que podía ser resuelto con ciertas facultades del poder mental pero los médicos desechaban categóricamente este tipo de prácticas.
Pain aún no puede superar ciertas cosas, se siente traicionado, sabe que no debió recibir el dinero, se había vendido a pesar de no comprender nada, finalmente para encontrar paz y alguna respuesta se contacta con su viejo amigo y maestro Rivette, que tiempo atrás había dirigido un grupo selecto, este personaje sirve de conexión con otra historia paralela; nos trasladamos de esa manera a circunstancias distintas, es aquí cuando se menciona a un tal Terzeff y su intento crucial de refutar a Madame Curie; según la versión de Rivette, Terzeff fue muy amigo de Pleumeur-Bodou, dado algunos hechos parece que se habría enamorado de Irene, hija de madame Curie, e impulsado por esa ciega pasión trató de refutarla, estos y otros motivos lo empujaron al suicido; sin embargo, esta es una de las tantas versiones que se maneja acerca del caso.
Pierre Pain tiene un sueño donde se ve en un laberinto que se asemeja mucho a la clínica Arago, no sabe qué hace allí, quizá intenta buscar a Vallejo, todo ese periplo está compuesto de voces, hasta en sus sueños aparecen las figuras de Terzeff, Pleumeur-Bodou, y también del maestro Rivette.
La oportunidad para resolver ese misterio se da cuando reconoce a uno de los españoles que lo había sobornado, lo sigue con la intensión de cerciorarse hacia qué pistas lo conducía. Tras una larga caminata el sospechoso llega a un cine, aquí es cuando se da con una sorpresa: su compañero Pleumeur-Bodou estaba allí vivito y coleando, se encontraba viendo una película en la que Terzeff sale junto con otros en su laboratorio, Pleumeur-Bodou le cuenta que Terzeff fue admitido entre tantos aspirantes incluso él mismo había sido rechazado, los veinte científicos murieron en la explosión del laboratorio menos Michel, luego se supo que estaban trabajando con algo relacionado a la radiactividad, es en esta parte donde se da el juego entre la realidad y la ficción.
Pleumeur-Bodou cuenta que vino desde España exclusivamente para ver esa película porque Terzeff fue su amigo, Pain indaga sobre el soborno pero Pleumeur-Bodou le dice que posiblemente ha sido una simple broma. Pleumeur-Bodou maneja otra versión de todo lo sucedido, le dice que Terzeff nunca conoció a Irene, éste sólo comenzó a frecuentar el círculo de Madame Curie, sería un misterio eterno la causa de su suicidio. Pleumeur-Bodou revela que trabaja en retaguardia, en este puesto aplica sus conocimientos mesmeristas en los interrogatorios de prisioneros o espías. Tanto la política como el mal uso de esas habilidades hacen que los antiguos compañeros terminen odiándose. Esta es una historia alterna de gente con buenos conocimientos mesmeristas y una vez más el clima de guerra que se sucede alrededor del mundo es motivo para la separación, Pleumeur-Bodou apoya la causa de los fascistas y los otros están en el bando contrario o simplemente no se meten.
Conjeturas
En el momento en que Pain va tras las huellas de uno de los españoles que lo había sobornado, está convencido de al menos averiguar algo que le ayude a entender el por qué de tanto empecinamiento con el moribundo Vallejo y, en lugar de encontrar algo claro, ante sus ojos se presenta la persona menos indicada, Pleumeur-Bodou se yergue triunfante, pero ¿qué hacía este hombre allí?, por los escuetos datos podemos sospechar que eran varios los motivos. Se puede afirmar que Pain fue sobornado por órdenes de Pleumeur-Bodou por haber sido amigo y compañero en los años de formación, era como una especie de ayuda a su crítica situación; sin embargo, la situación se complejiza por el asunto político y la ayuda no es del todo gratuita, en el trasfondo también estaba el deseo de desaparecer a Vallejo; enlazando sabemos que aprovechando su mal estado un grupo de personas deseaban asesinarlo, estas personas tienen conexión con Pleumeur-Bodou que dadas las distancias políticas habría ordenado su muerte.
Bolaño afirma que este libro tiene referencias históricas y efectivamente Vallejo en la vida real había participado activamente en la Guerra Civil Española, ayudó a la formación de Comités de Defensa de la República e incluso preocupado por los últimos acontecimientos viajó a Barcelona bajo la autorización expresa de la Consejería de Defensa de las Milicias antifascistas de Cataluña, y para confirmar su adhesión el dos de Julio de 1936 junto a otros intelectuales participó en el Segundo Congreso Internacional de Escritores Antifascistas en Defensa de la Cultura, fruto de esto Vallejo escribe España, aparta de mí este cáliz. Es quizá por esta entrega que hay un deseo de parte de los fascistas de querer verlo muerto.
Pain es un francés solitario y atormentado, su vida es parte de la secuela dejada a causa de la guerra, no entiende nada de lo sucedido, tampoco sabría nunca por qué había sobrevivido a la Gran Guerra a pesar de que lo torturaron, ni quiénes eran esos extraños españoles, tampoco conocería quién era en realidad la persona a quien trataba de salvar, la verdad le estaba vedada, la única manera de no seguir perdido por el mundo era el amor, quiere apostar todo por esa posibilidad, madame Reynaud podía ser esa persona que él buscaba, lo intentó pero luego se convenció que dichos sueños no podían ser posibles, madame Reynaud ya estaba saliendo con otro hombre (hacía sólo unos meses que había perdido a su marido). Pain se reconoce como una persona débil, incapaz de hacerle frente a las peores adversidades, se siente frustrado, no pudo salvar al esposo de Reynaud ni tampoco a Vallejo, se dejó sobornar sin estar en el asunto, nunca entenderá cuál fue su papel dentro del grupo presidido por Rivette ni sabrá la verdad de lo que sucedió a sus compañeros, va más allá del silencio pues el amor le está negado. Las guerras y las muertes se empozan en el alma causando mucho dolor.
Vallejo es ese ser desconocido que encarna el sufrimiento y la imposibilidad de sanar del género humano, este ser sufriente se iba a morir a pesar de todo, no habla ni se queja, sólo espera con impaciencia la muerte, ¿qué había hecho para que mucha gente deseara su muerte? Pain siente la necesidad de ver a su paciente, se dirige a la clínica Arago y allí lo encuentra, éste en ese preciso momento dormía. Ante mí se desplegaba tímidamente el rostro afilado del enfermo con esa rara dignidad desconsolada común a todos los que llevan algún tiempo encerrados en un hospital. El resto es borroso; mechones de pelo negro, el cuello mal cubierto por la camisa del pijama, la piel lustrosa, sin rastros de sudor. En la quietud de la habitación sólo se oía su hipo. (pág. 62).
Era la primera vez que veía a Vallejo, y su paciente se seguía muriendo. La novela gira alrededor de este personaje, aunque en ningún momento emite una palabra o acción, sólo se lo describe como un individuo en plena agonía. Hasta el final se ignora qué intereses se juegan con la vida o la muerte de este poeta.
Vemos que en el transcurso de la novela Pain es impedido de hacer ciertas cosas, hay una fuerza poderosa que se opone a que él pueda tratar a su paciente. Sólo hay una manera para conectarse con el pasado y se da gracias a Rivette; sin embargo, es en el pasado cuando él se pierde, ocurre un juego mimético entre el sueño y la realidad que él tampoco alcanza a comprender del todo porque sencillamente desconoce su historia y la del resto. Se vive un clima politizado y un periodo de entreguerras en el que los personajes son víctimas de su pasado, podemos intuir esa carga negativa en que la mayoría de los personajes sucumben a una realidad opresora, un fiel ejemplo de esto es Pain quien es un hombre derrotado anímicamente, los esfuerzos que haga serán vanos, sabe que ha perdido todas las guerras pero se resiste a aceptar su realidad, los especialistas de la salud simplemente lo menosprecian y lo toman por un charlatán y con respecto al amor no será correspondido, la mujer a quien ama ya está comprometida, divaga suelto por las calles de París sin un rumbo definido. Al darse la muerte de Vallejo, y en contra de su deseo, su presencia ya no tiene razón de ser. Una vez más se sume en la soledad y el desamparo.