La Tercera, Chile. 24.06.2011
La chilena Alicia Scherson dirige la película inspirada en Una novelita lumpen.
Fue una cuestión de oportunidad. En el año 2003, Roberto Bolaño aún no era la actual marca literaria que hoy se transa como acción al alza. En esa época, Alicia Scherson tenía en sus manos Una novelita lumpen, la última obra que el escritor publicó en vida, y se apresuró a comprar los derechos a la agente Carmen Balcells. Sospechaba que algún día querría hacerla película.
"También fue suerte, no sabía yo que el escritor iba a ser un rockstar", aclara la directora. Aquel acuerdo se cristaliza ahora en la película El futuro, que Scherson está a punto de empezar a rodar. El largometraje se filmará por siete semanas en Europa, con el objetivo de estrenar el primer semestre del próximo año: ojalá en un festival como Cannes o Berlín.
La directora de Play lleva dos años viajando a Europa, desplazándose de país en país y reuniéndose con los financistas. Se trata de una coproducción y hay que coordinar entre alemanes, italianos y chilenos. Con muchos habla en inglés y con los romanos se entiende en una mezcla de español e italiano. Hace una semana que se instaló definitivamente en Roma y el rodaje empieza el lunes 11 de julio.
"La película estará hablada en italiano y español", dice.
Estos cálidos días de verano romano serán el marco en que se ambientará El futuro, título que hace referencia a cómo está contada la historia. "La película es narrada desde el porvenir, por una mujer que recuerda sus experiencias adolescentes. Y su juventud transcurre en nuestra época", dice Scherson, que optó por no distanciarse demasiado de Bolaño en su adaptación.
"Conservamos los mismos personajes y la locación romana. Creo que es la obra de Bolaño que con mayor facilidad se puede hacer película. Precisa, clara, sin metaliteratura. Jamás se me hubiera pasado por la cabeza realizar Los detectives salvajes, por ejemplo", aclara. Los derechos actuales del escritor los maneja el agente estadounidense Andrew Wylie y son millonarios. Para Scherson, haberse hecho con Una novelita lumpen antes de la "bolañomanía" fue además una cita con la suerte.
Luto mediterráneo
En Una novelita lumpen la acción se sitúa en Roma y a través de 160 páginas cuenta la orfandad, la miseria y la vida semicriminal de dos hermanos, abandonados a la suerte del diablo tras perder a sus padres. Se trata de Bianca y Tomás, personajes que para Scherson tienen un innato color cinematográfico. "Para muchos es una novela menor de Bolaño. Para mí, eso la hace filmable", dice.
Los principales actores serán Manuela Martelli, como Bianca, y el italiano Luigi Ciardo, como Tomás. "Bolaño nunca establece con claridad si los chicos son italianos o no. Ella tiene nombre de italiana, pero él no. Yo, en cambio, opté porque los dos fueran hijos de inmigrantes chilenos", explica sobre estos personajes que se ganan la vida como pueden. Y sobrevivir implica robar y en el caso de Bianca, también es prostituirse. Los hermanos planifican un robo en la casa de Maciste, un viejo actor ciego de películas de romanos. Inesperadamente, quien alguna vez fue Hércules entabla una relación de amor con Bianca.
"Elegí a Manuela Martelli para este rol porque vivió en Italia, habla el idioma y tiene una sintonía natural con el personaje. Bianca es una chica que vive este luto de la orfandad, sin dejarse aplastar. La película no es todo drama. Hay humor, igual que en la novela", dice la directora de Turistas.
El futuro no está hecha para exhibir a destajo la Roma más turística. Por el contrario, Bianca, Tomás y Maciste se mueven en la periferia, en aquellas zonas que según Scherson, "fueron invadidas por edificios desde los años 60. Es la Roma donde vive la gente". Habrá también escenas en los legendarios estudios Cinecittà, particularmente con el personaje de Maciste. "Cinecittà queda más en las afueras, en los barrios donde viven Bianca y Tomás. En el filme habrá referencia a estas películas B, con romanos que se hacían en los 50, donde actuaba Maciste", cuenta.
El futuro -producida en Chile por Jirafa Films, en Alemania por Pandora y en Italia por Movimento- tendrá una carga sexual evidente. "La naturaleza de la historia lo exige. Habrá mucha piel, contactos corporales, verano, fisicoculturismo. Será la menos tímida de mis películas", anuncia Scherson. Pero, sobre todo, existirá también una historia de una mujer enfrentada a la urgencia del día a día, tal como en Play y en Turistas. En ese sentido, Scherson transformará su fidelidad a Bolaño en un mundo propio, coherente, con sus películas.